Rieux*

Esta misma mañana, cuando salía acompañado del doctor Rieux* de la Biblioteca del Estado de La Casa de Las Conchas, tropecé con una rata muerta. Le mostré a mi amigo tan grosero deshecho y noté cómo su cara pasaba de su general gesto relajado a un gesto de preocupación.
Se acercó a mi oído y me dijo: “Dios vuelve a estar callado, amigo Felipe… Volverá el dolor”.
Mientras Rieux me hablaba, pasó a nuestro lado un tal Lanzarote.
Rieux le miró y siguió diciéndome: “Ni en Orán fueron los presagios peores…”.
Y tomamos camino hacia nuestra pensión de la calle Meléndez.
No llovía.

*(Rieux pertenece al mundo creativo de Albert Camus, exactamente al mundo de “La peste”).

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