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Mostrando entradas de enero 11, 2009

Pasión

PASIÓN [A Antonio Carvajal y a Belén Artuñedo, por dejarme robarles un par de versos.] Con estos mismos labios hechos para la guerra me saciaré en la pulpa coronada de vello que es vértice espumoso donde pongo mi sello de barba entre tus piernas posadas en la tierra. Me morderé los dientes perdido entre tus sierras, te libaré la boca y arderé en tus cabellos rizándose en volutas de los humos más bellos que sahumaron los campos heridos por mil guerras. Teniéndote abarcada ya nada es imposible. Ni la muerte, ni el ansia, ni el tiempo son estorbo, pues el deseo habita donde todo es posible. Cercado está tu vértice por mi cremosa llama que se eleva, votiva, alimentando el morbo, así como se acuesta la noche en una rama. © lfc 1999

Gabriel Ferrater se encierra en una bolsa de plástico

¿Cómo no amarte si tú eres la saliva, el rastro genital y sus mucosas, la bella microflora de los vientres, el ardor de la axila, el virus, la bacteria que comparto, el hedor de la herida pustulada, el piloso lunar –centro de todo–, el interdedo, la uña incluso? ¿Cómo no amarte, cuerpo, con el odio brutal del abandono? Porque te vas, ¿lo sabes? Te vas a trozos trágicos, a escamas. Te vas a trompicones amputándome. Te vas a tragos. Te me ajas sin más... y yo mirando. ••• Gabriel Ferrater tomó barbitúricos y se ató una bolsa de plástico en la cabeza. Fue en Sant Cugat el día 27 de abril de 1972. © luis felipe comendador

Piensa el autor que no es ni mitad

••• Al despertar, la cama estaba fría y el sol hacía equilibrio en la persiana mientras yo mordisqueaba la manzana de un sueño de mujer como ambrosía. Me abrí al mundo en la ducha, que molía en mi cuerpo maduro la galbana, y busqué el pantalón, aquél de pana, que tantos años sabe de mi umbría. Salí a la calle como a la batalla, buscando en las esquinas al sicario que lleva en su navaja mi futuro... pero no encontré más que un aire impuro, un affiche del Ché y el recetario de una vida pendiente de canalla. © lfc

Paul Celan llega a ninguna parte

Vivir en las manecillas de un reloj pataleando los minutos, salvando los terribles segundos... Nunca el tiempo fue tan circular, tan repetido. Luchar por la espiral o quizás por la elipse es la utopía. Pero el tiempo camina inagotable, sin ojos, sin un olfato cierto, sin saber tan siquiera de su absurdo infinito. No sirve nada ya que no sea morir ahogado en la clepsidra. Quizás el Sena. ••• Paul Celan se arrojó a las aguas del Sena a su paso por París el día 30 de abril de 1970. © luis felipe comendador

Nada hay que dure

NADA HAY QUE DURE a Julio César Navarro Nada hay que dure, amigo, o verdadero, ni que no te desgaste o te envejezca... nada que te haga eterno en esa gresca de muchachos abriendo el monedero. Tampoco serás uno en el mortero de la vida, porque de la grotesca pasión arrebatada de la pesca del uno, no lo dudes, sales huero. Con esta arquitectura, ¿qué decirte?... estrecha tu valor en lo indecente y apura el haz que eres con la boca, agota lo que puedas antes de irte, y en la hora de todos sé el ausente, el que apaga la luz y el que la invoca. © lfc

José María Arguedas reposa en un caboclo

No conviene el bullicio a lo sensible, pues saca del letargo y ensombrece la magnitud del líder. No convienen estos versos que nos muestran las vísceras azuleando al sol. No convienen, en fin, poetas que no sigan el compás de los pasos de Occidente. ••• José María Arguedas se disparó un tiro en Lima el día 2 de diciembre de 1969. © luis felipe comendador

Sylvia Plath habla con la muerte dentro del horno de su casa en Londres

Te vi siempre, en todos los lugares, en todas las gentes que poblaron mis ojos. Estabas en las calles de Boston aguardando al suicida, al peatón tranquilo que cruzaba de acera, al niño que corría detrás de una pelota. También en los puertos que conocí decías adiós con tu pañuelo poblando las cubiertas con tu velo de seda analizando la mejor estrategia del naufragio. Estabas en todos los lugares: en los cafés bulliciosos de París, en las tabernas del Soho, en los puentes, en los acantilados... y me mirabas fijamente a los labios haciéndome entender que mi hálito era tuyo por siempre, para siempre. Te he visto en la cocina de mi casa, en el baño, en el cuarto de juego de los niños, riendo entre los libros que decoran todos los anaqueles, persiguiendo el sueño entre las sábanas... Hoy quiero hablar contigo hasta que llegue el alba y se hagan memoria mis palabras. ••• Sylvia Plath abrió la llave del gas y metió la cabeza en el horno en su casa de Londres el día 11 de febrero de 1963. © lui

Carlos Obregón se abstrae en Mallorca

Ser como el caracol que ruge trepando por el musgo, haciéndose humedad con la humedad, piedra con la piedra, arrastrando su cuerpo por el mismo alimento que es vida y hez, escondiendo su fragilidad calcárea entre las plantas trepadoras que atosigan el muro, que lo ahogan. Las piedras también mueren, se diluyen como el caracol que soy, y en sus huecos, fruto de la erosión más implacable, se averigua un sonido de sirenas que ya no señalan la herida, no la cantan, porque la muerte es todo. ••• Carlos Obregón tomó una sobredosis de barbitúricos en Madrid el día 1 de enero de 1963. © luis felipe comendador