Dos lunares ayer me pusieron paleontólogo criptógrafo y blandito eran de bocamanga y no es corriente que un vértigo me tronche a media tarde por la única visión de dos lunares que no están ni en el vientre ni en el pubis ni siquiera en la falda de un pecho o en un muslo ambos eran esféricos igual que los planetas que están cerca del sol y habitaban el blanco de una piel matizada con pecas y granitos y me decían cosas sin que su dueña hermosa lo notase se marcharon sin más sin darme tiempo a decirles que eran los dos lunares mejor puestos del mundo y me puse a pintarlos pero solo lograba dos puntos imperfectos incapaces de hacer esa recta divina que se posó en mis ojos cuando vi aquellos dos lunares junto a la bocamanga ayer y me puse paleontólogo criptógrafo y blandito