Paul Celan llega a ninguna parte

Vivir en las manecillas de un reloj
pataleando los minutos,
salvando los terribles segundos...
Nunca el tiempo fue tan circular,
tan repetido.
Luchar por la espiral
o quizás por la elipse
es la utopía.

Pero el tiempo camina
inagotable,
sin ojos,
sin un olfato cierto,
sin saber tan siquiera
de su absurdo infinito.

No sirve nada ya
que no sea
morir ahogado en la clepsidra.

Quizás el Sena.

•••

Paul Celan se arrojó a las aguas del Sena a su paso por París el día 30 de abril de 1970.

© luis felipe comendador

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