Dolón* y M. Teste**

“Sólo una vez… solamente una jodida vez se me nombra en ‘La Iliada’. Y para que me sepan despreciable y mezquino”.
Así hablaba Dolón* una noche de todos los demonios en un garito de Louisiana. Estaba ebrio de Bourbon con agua y hacía gestos grandilocuentes mientras soltaba su perorata.
“Despreciable y mezquino… y mezquino…”.
Al otro lado de la barra, un tipo como una sombra no perdía detalle de los gestos y las palabras de Dolón… tan descarada era su atención, que Dolón sintió el peso de su mirada escrutadora y le dijo en alto:
“¿Acaso usted me ve despreciable… mezquino?”
“No -le respondió el tipo sonriendo- yo sólo soy hasta cierto punto el hombre de la atención”.
“¿Su nombre?” –inquirió Dolón.
“Teste, monsieur Teste*. Un hedonista que busca la perfección en la nada infinitamente vacía y tranquila”.
Bebieron juntos hasta el amanecer en completo silencio.
Cuando se despidieron, monsieur Teste le dejó a Dolón unas palabras escritas en un posavasos en el que antes había dibujado un bello rostro de mujer: “Cette géometrie de ma soufrance”.
No han vuelto a verse.

* (Dolón es un malvado personaje que aparece en “La Iliada”).
** (Monsieur Teste es un personaje de Paul Valéry que aparece en su obra “La velada con el señor Teste”).

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