Un trasatlántico en la noche

La llave que cierra el secreto
desnuda la memoria
es un hijo dibujando una casa

el humo que no es rastro
se sonroja en lo ardido
que ha de llegar
y suena
un motor
unos plásticos
un aroma a comida de antes

Penetrar los portales
hender la sombra añeja
hurgar en los cajones
sin ver
y verse
atado
temblar
por lo que fue como una mano
respirar hondo
fuerte
como un final sin vuelta

Mira los camarotes
y deja que el asombro
persiga a las bañistas.

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