El hombre inestable

Aún no sé si nací, pero no he muerto,
y en este margen gris en que se mece
la vida, una esperanza duele y crece
sin pensar en el tiempo de lo yerto.

Si miro a mi pasado, es todo cierto;
si en el presente vibro, ya atardece;
si busco en el futuro, me parece
que todo es espejismo en un desierto.

Sobrado de mil nadas, vano en todo,
camino por las calles como un perro
sin precisar los pasos en las huellas,

y en este devenir recuerdo aquellas
palabras del colega Pepe Hierro:
«si nada quieres ser, busca ser todo».

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poesía... ¿originalidad o personalidad?

Un poema ciático.