La pájara

Hidratarse con tiempo,
comer en los descensos
y mandar a tu equipo
que tire a vida o muerte
a veces no es bastante.

Pisar tu trampa
y ser a la vez
el verdugo y la víctima.

Un dolor contenido,
la mirada se nubla,
el gesto anuncia crisis.

Llueve.

Ser y estar no es posible.

Alguien te empuja.
¡Gracias!

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