Tucídides descansa tras hablar cuatro horas sobre el Peloponeso

Si cuento las batallas por victorias,
si hago héroe al soldado más necio
que abandonó su arado por las armas
para perder su vida
o, quién sabe,
un brazo o ambas piernas;
si dejo en el olvido a generales
a príncipes y a reyes,
si hablo de la ración
que ha comido hoy la tropa,
si me olvido el botín
y cuento la miseria
de los muertos de hambre
que aúllan como lobos
en su carga suicida
contra el vil enemigo,
Si hablo del prostíbulo
en que se ha convertido
esto que llaman Patria...

¿Pasaré yo a la historia?

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