Un objeto bello

Le gustaban los objetos de arte y no perdía ninguna oportunidad de asistir a todo tipo de exposiciones. Una mañana amaneció convertido en un libro antiguo con tejuelos en el lomo y la cubierta forrada en piel bobina teñida de un color granate oscuro. Como no tenía familia cercana, permaneció durante algunos años entre las sábanas de su cama.
Cuando lo descubrieron, sus páginas estaban absolutamente en blanco. Sólo unos cerquitos trabajados por los hongos daban contenido a aquella obra que era él. Tampoco tenía un título que nombrase la cubierta.
Era un objeto bello, pero vacío.

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