En mi memoria hay restas

Si apareces,
me pongo paleontólogo
y voy a la nevera a hacerme frío…
luego pienso en el sastre que cose los sudarios de la gente
y me busco poeta en la blusa carmín que llevas puesta…
y te propago,
y te ayuno,
y busco la autofagia de las manos
que son necesidad casi científica.

Si no apareces,
soy noosfera quieta y zanjas,
hambre y sus disfunciones,
contratiempo…
y me invado de un algo modernista
hecho de optalidón y bacardí,
y juego a reprobarme
y pienso en verbos como tener, arder, tocar…

Si te olvido un instante,
me castigo con el tenedor de carne en el muslo derecho
hasta que te recuerdo.

Si no logro olvidarte y no apareces…
los muertos prematuros me rozan,
y soy el mapa viejo,
la pizarra,
el vidrio del tintero,
la hoja seca…
y busco por la imprenta un poco de chucrut
para cenar a solas como un octogenario.

En mi memoria hay restas, cartones, vasos viejos.

Si apareces y te vas y te recuerdo…
busco en los chivaletes que guardo tras el páncreas
la mano del tipógrafo que vuelva a componerte.

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