Pasaporte/Lisboa

Hasta donde la luz que limpia el aire
quiero llegar,
allí donde las camisas blancas,
los patios regazados en sus parras
y las camas abiertas
para el descanso.
Allí, donde la gente se conforma con ser,
sencillamente, junto al pan
y unas manzanas verdes.

Y dejar que mi mano escriba versos
o fragüe una caricia clandestina.

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