París tomada

Si no has ido a París
no puedes comprender
cómo me siento
cuando a la luz
se adhieren
las señales de humo,
cuando a un mar que no existe
se le encuentran las olas
y la espuma,
cuando el hedor
a estambre es casi primavera
o cuando en las estatuas
no hay palomas ni heridas.

Saber que el rostro antiguo
de una ciudad vomita
es conocer un poco
su legado de muerte...

Pero no te preocupes,
que hay tiempo para el asco,
para la sed y el frío;
y no saber, a veces,
es longitud y esfera.
Quien no conoce, puede.
El que ya es harto
debe temblar y tiembla.

Yo vi París tomada.
No hubo mayo aquel año,
tan sólo calaveras.

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