TODO ESTÁ BIEN O MAL...

Todo está bien o mal
y no me importa demasiado,
porque sentado
en esta silla pienso
en la arena que pisé un día
y que será voz de otros.

No tengo ganas
aunque sé que se fraguan atentados terribles,
muertes de hambre
y cenas a las nueve, cuando la luz eléctrica
es signo de otra vida.
No tengo demasiadas ganas
ni para el amor,
que ya es decir bastante,
ni para llevarme las manos a la cabeza
porque la vida es lo que yo quiera
y hoy no quiero.

Paseando por El Prado hace unos días
recordé que el latido se estrecha
como se estrecha el mundo
y no sirve decir
si no es para que alguien sufra
por lo que hizo
o por lo que habrá de hacer.

Me relamo de las uñas mordidas
sentado en esta silla
con una luz directa,
mirando el humo subir
con su afán de patinar el techo.
Esto ya me sucedió muchas veces,
demasiadas,
y sé que pasará como yo habré de hacerlo.

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