El dado

Lanza tu dado y escoge el punto de vista. Nunca verás los mismos números a pesar de que el hecho de su caída es único. Uno de sus números quedará oculto, pues es el que se posa sobre la superficie de apoyo, y ese número lo puedes deducir por justa lógica… o lo puedes imaginar a tu antojo, como quieras, como te venga en gana… Así son los sucesos de la vida, únicos, como el dado lanzado una vez al aire; y así son las percepciones, las valoraciones, que hacemos los hombres, diversas, como los distintos puntos de vista que tomamos para mirar el dado; y así pueden ser el arte, la ciencia o las religiones, como la cara del dado que le sirve de apoyo, la cara oculta.
De esa cara oculta de los sucesos vitales nacen, como he apuntado, el arte, la ciencia y la religión, aunque siempre, por lógica, podamos llegar con exactitud a decir lo que en cada suceso se esconde. Sólo la ciencia contendrá verdad con valor neto, mientras que el arte actuará como una sublimación de la imaginación y la religión como una deformación inducida del misterio.
Y la verdad es, al final, tan sencilla como darle la vuelta al dado y mirar su cara escondida, tan sencillo y simple como eso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poesía... ¿originalidad o personalidad?

Un poema ciático.