CINCO VECES DIEZ

Aún debo existir
en esta tartamuda gramática de huesos
sin otro protocolo
que lavarme las manos
y utilizar el peine
para rimar cabellos

Aún debo existir
porque hay una intemperie
a la que salir desnudo
y una obsesión de párpados
para guardar los ojos

Aún debo existir
porque hay raptos pendientes
y mi madre cocina
para mí los domingos
porque hay amputaciones
que debo realizarme
y una circuncisión
que libere mi sexo

Aún debo existir
para escupir al héroe
cuando pasee ufano
por mi calle hemorrágica
para desabrazarme de las cruces que llevo
y saber dónde quedan
con quién
cómo

Aún debo existir
porque me aguarda el método
la lengua y un extraño
sabor a amanecida
porque aún queda tabaco
en la guantera
y hay ojales que no se abotonaron

Aún debo existir
a pesar de que oiga
el crujir de mi piel al arrugarse
y aún queden doce tigres
para morder mi sombra
a pesar del telón
y la tosca cuchilla
que rebaja mi barba

Aún debo existir
pues no sé exactamente
hasta dónde
se extenderá esta quemadura
si el fuego cederá
o si ya en la ceniza
habrá césped aún
sobre el que añorar algo.

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