Ramos Sucre lucha contra el insomnio

Caminar por las noches hasta el éxtasis
o hasta la desesperación,
derrotando farolas, descaminando aceras
y contando los últimos nictálopes
hasta el negro total
o hasta el dolor del alba.

Los gatos son hermosos en estas horas ciertas
de minutos larguísimos.
Sus ojos desperezan mis instintos más bajos,
aunque no soy capaz de desbocarlos.

Algún destello a veces
de un automóvil mágico
y esta soledad única, indescifrable y nítida
de segundos eternos
que reclama descanso,
aunque sea final.

•••

José Antonio Ramos Sucre murió tras cuatro días de agonía por haber ingerido una sobredosis de barbitúricos el día de su cuarenta cumpleaños. Fue en Ginebra el día 13 de junio de 1930.

© luis felipe comendador

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poesía... ¿originalidad o personalidad?

Un poema ciático.