Periclís Yanópulos cabalga hacia Eleusis

Es blanco el corcel de la muerte
y veloz como unos ojos.
Me lleva en su galope al mar
alisando mis cabellos rizados
en el Campo de Venus.

La tierra son los hombres que la horadan,
los que pueblan sus hondas sepulturas
con huesos arbitrarios y con flores...
pero ellos perseveran en su labor diaria,
arañando el horror del desperdicio,
descuidados del hálito de muerte
que pende inexorable sobre todo.

Yo aguanto en mi montura
los embates del viento, los esquivo,
hasta que estalla en rojos
la abrupta costa helénica:

Es Ítaca
y no duele.

•••

Periclís Yanópulos, en las cercanías de Eleusis, monta un caballo blanco a galope hacia el mar; cuando el caballo no pude avanzar más, se apea y se dispara un tiro con su revólver. Sucedió el día 10 de abril de 1910.

© luis felipe comendador

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