Muchas veces me he preguntado sobre los motivos del poeta, pero jamás he llegado hasta un solucionario concreto que me dejase el paisaje despejado para ver clarito. Dos puntos de partida, para intentar hincarle el diente a este asunto, son fundamentales: 1. Trabajar desde la idea de quien poetiza para sí mismo y lo hace sin pensar en el lector, jugando a la introspección serena y sincera, a interpretar el mundo y a interpretarse. 2. Enhebrar las poéticas que tienen siempre al otro como referente receptivo, poetizando con maquillaje para ‘obtener’, para ‘recibir’, para ‘ubicarse’... siempre con un diverso contenido narcisista. Y, desde estos dictados puntos de partida, analizar dos conceptos que les son inherentes, que pueden emanar por sí solos, de forma independiente o mezclados... o ser buscados con diversas dosis de éxito o fracaso. Esos dos conceptos son la ‘originalidad’ y la ‘personalidad’. Desde el punto de vista del creador que trabaja para sí mismo, desde sí mismo y hacia sí m
Realmente hermoso.
ResponderEliminarAdemás de a su sien el poeta apunta y alcanza el centro de muchos corazones. Cierto lo que ha dicho Andrés Pons.
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