El resto es mientras tanto

Siempre en camino,
combatiendo a las noches con sus constelaciones
y a las claras mañanas con una vela que desplegar al viento,
sintiendo un hambre atroz,
buscando el mundo ignoto
que te hará ser lo que has visto…

y jamás detenerse,
sabiendo que la chispa es el aire que entra
y que sale del cuerpo…

y dejar en los hijos la frente del criterio mientras envejecemos,
dejarles la medida anotada en el cartabón
–pero no grabada a fuego–…

y dejarnos llevar por el vigor que falte hasta donde la nave quiera sujetarnos.

Cargad, hambrientos de sueños, contra los días que restan…
cabalgad vuestras monturas hasta agotarlas buscando el horizonte…
que el polvo se zambulla en el aire pasado,
que no exista la palabra regreso en vuestro idioma
ni podáis ver cómo crece el alerce que plantasteis un día…

Los rizos habrán de abandonar la calavera
y no habrá mar de fondo entonces,
ni besos atrevidos,
ni siquiera un deseo que cumplir…

entonces comprenderéis que no hay un dios posible
aunque las plantas sigan arraigando en el muro de piedra,
que no existe una muerte con después
ni los grajos de invierno encuentran el fulgor en las ramas peladas de los castaños indios.

Todo será arrasado…
el resto es mientras tanto.

Comentarios

  1. Cada día que pasa escribes mejor Luis Felipe.

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  2. En un momento en que estoy viviendo la enfermedad de mis padres y su último aliento de vida, leer el poema dedicado a su padre me ha hecho llorar... Gracias por recordar lo más importante que tenemos en la vida, los padres.

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