Ansias de libertad

Quedábamos los jóvenes,
lejanos,
con el presentimiento jubilado
de no volver a casa por las noches
y seguir al escándalo
del alud de la gente en la calzada
o hacinarse entre aquellos brazos
que envolvían ciñendo
y podían no ser de una muchacha.

Quedábamos múltiples los jóvenes
ante el azar medido,
sin conocer la dimensión del día o de la noche,
desatados,
gustándonos o no –que no importaba–
y tramando sin plazos el deseo
surgido de una sombra indefinible...

Y vimos ya algo tarde
que amar nos excluía,
que ser igual a otros
o distintos
también nos excluía,
que escoger o no hacerlo
también nos excluía...

Huimos a lo gris...
y fuimos hombres
buscando el acomodo
entre las torres
donde todo termina mutilado:
hombres inadvertidos,
carne dormida,
muertos.

Hoy, completado el círculo,
batido el fango entero
con un fragor de nada,
solemne, erguido y viejo,
busco esa bicicleta
con la que ser el ansia.

© luis felipe comendador

Comentarios

  1. Jo, vaya golpetazo!
    (Y si al buscar encuentra Vd. un 2x1... avíseme, por favor!)

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  2. Dos años ha que los vi,
    que nací, mejor diré,
    pues se empieza de la dicha
    más que del tiempo el nacer.

    ResponderEliminar

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