Cesare Pavese hace una cruz con cuatro clavos

El odio recogido
de todos los combates
se amontona en mi cuerpo
y me impide moverme.

Ya no da para más
este envase de vísceras,
ya no admite ni un ápice
del horror de los días,
está colmado, a punto
de estallar cuajarones
de la sangre venosa
que lo infecta y lo oprime.

No admite lo común,
ni siquiera la duda
de un gesto hermafrodita,
no está para más treguas
ni para hacer tratados
de paz claudicatorios.

Solo pide la muerte
urgente y necesaria
para dejar de ser
la peste de sí mismo.

Cuatro clavos en cruz
resuelven el misterio
habitando al unísono
un único agujero.

•••

Cesare Pavese se tomó dieciséis envases de somnífero y murió en Turín el día 27 de agosto de 1950.

© luis felipe comendador

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