Cataclismos
Los nódulos debajo de tu piel
Qué levedad tu eco
Te espaldas y te muestras
son cataclismos
y yo los bordo a mano
hasta lograr espigas
e incluso desamparo...
y te tiendes despacio sobre el lecho,
trabada del rasguño de pantano
que duerme en mis papilas,
y rompes esa tregua de los ojos
que te pedí hace un rato...
no sé qué hacer
y observo tus dos noches,
con sus claros,
caer bajo los hombros
y miro con asombro
el rojo desollado entre tus piernas
y siento que los grillos deliran
con sus cuernos de venado...
tumbada con fervor...
y en el costado
la manada de venas pequeñitas
latiendo como un blando acantilado...
insisto en mi mirada y no te toco...
te doblas,
te desdoblas,
elevas tus resaltes,
arriesgas la postura,
soportas el tensado vericueto de arquitrabes y látigos...
me miras y me pides con los ojos...
me enseñas y yo aguanto...
Qué levedad tu eco
y qué ruina mi espanto.
Te espaldas y te muestras
como un cielo carnal, desorillado...
oleas y perfumas,
ablandas y me inflamo...
y ya no puedo más
y busco el fondo
del légamo y los líquenes,
del sorgo y lo alumbrado...
y busco endedalar,
plisar tus flancos,
gravitarte rotando
y hundirme en lo mellado...
y me remanso un poco...
y luego desescarbo...
y amaso,
y tiemblo,
y fluyo,
y embisto,
y yerro,
y lato...
después llega la ausencia,
el pulso lagrimado,
el hondo azar de hiedra
y el semen con su rastro...
Hola soy de Argentina, muy buenos tus poemas y muy bueno el blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Juane
Realmente precioso, sensual, cariñoso y atrevido.
ResponderEliminarMuy bueno, saludos.
Eriza la piel leerte.
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