QUIEN LA HAYA VISTO MOVERSE...

Quien la haya visto moverse
como yo la he visto,
sabe cómo es la luz
cuando araña la noche.

Quien la escuchase hablar,
sabrá entender
cómo crece el carmín
en las mejillas
y la sangre pretensa
los mástiles del cuerpo.

Quien la viese mirar,
notará con certeza
cómo hay algo
que se clava con saña,
dulcemente,
en el centro de todo.

Quien sepa de su saliva
como yo la presiento,
entrará en la locura,
transitará por ella
y estallará algún día
de una soledad húmeda,
divina,
impenetrable.

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