Presiento la serpiente
Presiento la serpiente
y el pie pisa el helecho.
Vivir es un gesto, un gasto…
y la muerte es una estética
si no la piensas tigre o precipicio.
Lumbre y anillos,
ratas,
sonrisas familiares de algunos rostros muertos.
La luz como un tambor en las amanecidas.
El mapa de tu cuerpo oxidándose
y los huesos quebrados en un éxtasis.
Balcones,
obsidiana,
membrillos verdes y calientes…
La muchacha de Piura toma el jabón desnuda
y lo lleva a su cuerpo
con esa ceremonia ancestral de las doncellas;
deja caer el agua y siente frío.
Al norte de Edén crecen la prímulas
bajo un mar de palmeras.
y el pie pisa el helecho.
Vivir es un gesto, un gasto…
y la muerte es una estética
si no la piensas tigre o precipicio.
Lumbre y anillos,
ratas,
sonrisas familiares de algunos rostros muertos.
La luz como un tambor en las amanecidas.
El mapa de tu cuerpo oxidándose
y los huesos quebrados en un éxtasis.
Balcones,
obsidiana,
membrillos verdes y calientes…
La muchacha de Piura toma el jabón desnuda
y lo lleva a su cuerpo
con esa ceremonia ancestral de las doncellas;
deja caer el agua y siente frío.
Al norte de Edén crecen la prímulas
bajo un mar de palmeras.
Madre mía, qué bonito!
ResponderEliminar(me encantó cuando lo leí en tu diario y me vuelve a encantar ahora, jo!)