Me queda solo el cuerpo...

Me queda solo el cuerpo para sentirme vivo,
pero aún no he encontrado instrucciones de uso
que ayuden a apurar lo que aún le resta.

Túrbame como el fósforo que se hace llama,
dale tus aureolas a mi boca para que me alimente,
llévame hasta esa esquina sin luz en la que ser regreso,
rózame con densidad.

Me queda solo el cuerpo para no ser ausencia,
las sonoras zancadas del corazón,
el olor acre de la boca al despertarme,
el tamaño de lo que salta y decae,
el cascabel de hueco donde laten las vísceras…

y también el filón de los otros cuerpos que pasan a mi lado.

No es mucho.

Amanéceme y sal de tu crisálida,
inclínate sobre el espacio que ocupo y bebe mi aire,
encuéntrame y desenvuelve el brote.

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