Cesare Pavese hace una cruz con cuatro clavos
El odio recogido de todos los combates se amontona en mi cuerpo y me impide moverme. Ya no da para más este envase de vísceras, ya no admite ni un ápice del horror de los días, está colmado, a punto de estallar cuajarones de la sangre venosa que lo infecta y lo oprime. No admite lo común, ni siquiera la duda de un gesto hermafrodita, no está para más treguas ni para hacer tratados de paz claudicatorios. Solo pide la muerte urgente y necesaria para dejar de ser la peste de sí mismo. Cuatro clavos en cruz resuelven el misterio habitando al unísono un único agujero. ••• Cesare Pavese se tomó dieciséis envases de somnífero y murió en Turín el día 27 de agosto de 1950. © luis felipe comendador