René Crevel se hace una tisana y olvida encender el fuego

[a Javier Lostalé]

Los atléticos cuerpos de los jóvenes
nadando en las piscinas naturales del Boga
o tumbados al sol
en pura exposición
de músculos desnudos.

Los jóvenes varones
retozando sus luchas
rebozadas de pieles y sudores.

Son como el mármol mismo
veteados de venas
que dan volumen y éxtasis,
sin vello que rizar en sus vientres serenos,
sin besos desatados en sus bocas cremosas.

Se zambullen a veces como garzas blanquísimas
y semejan delfines en su danza de agua.

Llevan el pelo corto,
las axilas del bálsamo más propio de los héroes,
el sexo resaltado por sus coulottes de lycra
los muslos como templos...

... y esta llave de gas que contiene la muerte
en solo un giro.

•••

René Crevel abrió la espita de gas y se dejó morir en París el día 18 de junio de 1935.

© luis felipe comendador

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